Padre:
Danos tu guía y tu fortaleza cuando te confesemos nuestros pecados a ti y a los demás con sinceridad. Y otórganos corazones compasivos al orar los unos por los otros y por nuestros líderes a través del país y del mundo. Líbranos del orgullo, el juicio y la condenación, y llénanos con un espíritu de amor, gracia y misericordia. Crea en nuestros corazones el deseo ferviente de orar cada día para que tu liderazgo reine en nuestras vidas.
Amen.
enero 16, 2010 a las 1:17 am |
Salmo 23
El Señor es mi pastor,
nada me falta;
en verdes pastos él me hace reposar
y a donde brota agua fresca me conduce.
Fortalece mi alma,
por el camino del bueno me dirige
por amor de su Nombre.
Aunque pase por oscuras quebradas,
no temo ningún mal,
porque tú estás conmigo,
tu bastón y tu vara me protegen.
Me sirves la mesa
frente a mis adversarios,
con aceite perfumas mi cabeza
y rellenas mi copa.
Me acompaña tu bondad y tu favor
mientras dura mi vida;
mi mansión será
la casa del Señor
por largo, largo tiempo.